Enuresis infantil. “Papá, mamá pis”
Se conoce como enuresis infantil la falta de control de los esfínteres de la vejiga durante la noche.
Cuándo podemos decir que el niño padece Enuresis
Podemos decir que el niño tiene enuresis, cuando de forma repetida voluntaria o involuntariamente se orina en la cama o en la ropa. Esto tiene que ocurrir con una frecuencia de dos o más veces a la semana, durante al menos tres meses seguidos. Además esto produce un malestar significativo para el niño, le afecta socialmente y también en el ámbito educativo.
Edad del niño
La edad para el diagnóstico de enuresis infantil tiene que ser igual o superior a los cinco años, o el desarrollo mental equivalente, antes de esa edad, la emisión repetida de orina en el niño no se cataloga como tal. Para el diagnóstico también es necesario que el problema no se deba exclusivamente a los efectos de una sustancia, como pudiera ser un diurético o por una enfermedad médica, como por ejemplo infección urinaria, epilepsia o diabetes.
Aproximadamente al 16% de los niños de 5 años moja por la noche la cama. A los 10 años desciende el porcentaje y a los 18 años se estima que el 1% de varones lo sigue haciendo y que el número de mujeres puede ser algo menor.
Aunque el problema no se considera importante dentro del desarrollo infantil y suele remitir antes de la adolescencia, si lo son las repercusiones que en el niño puede tener en el plano social, emocional y afectivo.
Recomendaciones importantes
Por este motivo y para evitar que este problema pueda dañar la autoestima en el niño, se recomienda a los padres el tratamiento precoz en atención primaría.
De todos modos, a pesar de que muchas veces los padres acuden a buscar ayuda, algunos profesionales médicos consideran que el problema puede ser debido a la inmadurez del niño, con lo que la solución se va postergando agravando las consecuencias psicológicas para el niño. Suele ser alrededor de los siete u ocho años cuando se busca tratamiento psicológico.
Normalmente, en el margen de tiempo que pasa desde que el niño comienza con el problema hasta que los padres deciden acudir a un profesional, se ponen en marcha todos los remedios heredados por abuelas y madres con la esperanza dar con la solución. Ellas aconsejaban reducir en la medida de lo posible la toma de líquidos a lo largo de la tarde y la eliminación total después de la cena. Otro consejo obligatorio además para niños y mayores era hacer pis antes de ir a la cama y si la cosa no funcionaba, despertar al niño antes de la hora habitual en la que el niño mojaba la cama.
Frecuentemente a pesar de poner en marcha todas estas soluciones, el problema persiste y los padres cansados de la incomodidad de cambiar las sábanas y lavarla ropa vuelven de nuevo a poner el pañal.
Tenemos que decir, que pesar de las incomodidades que la persistencia del problema pueda causar en los progenitores, lo que nos preocupa realmente es la estabilidad psicológica del niño. En este sentido y priorizando siempre en como lo puede vivir el pequeño, la principal recomendación es nunca culpabilizar ni castigar al niño. También para aumentar la motivación funcionan mejor los mensajes positivos, reforzarle, y darle mucho cariño. El reproche, el castigo, los mensajes humillantes como “eres un bebé” provocan en el niño sentimientos de rechazo y el pensamiento de que “sus padres le quieren menos porque se hace pis”.
Finalmente decir que este problema es a veces ocultado por los padres que no buscan soluciones por avergonzarse de ello, sobre todo cuando el niño ya es más mayor, con el consiguiente agravamiento psicológico para él. Por tanto para evitar problemas mayores, lo mejor es acudir a un profesional que marcará las pautas adecuadas para la total resolución.
Matilde Soto Psicólogas. TLF: 628 628 378.