Ciberbullying, nueva forma de acoso en menores
En los últimos años los avances en tecnología han aumentado a una velocidad vertiginosa, tanto es así que incluso nos hace pensar que si nuestros abuelos levantaran la cabeza no darían crédito a lo que verían.
Ordenadores, teléfonos móviles y un montón de aparatos más, inundan nuestras casas y nos hacen la vida más fácil.
Los cambios que se han producido con la llegada de la tecnología abarcan todos los ámbitos, ha cambiado la forma de comunicarnos, las herramientas de trabajo, el mercado, el consumo y todos estos cambios como era de esperar, han influido también en el estilo de vida.
Si hablamos de comunicación, la forma en que lo hacen nuestros jóvenes ha dado un giro importante, las redes sociales se han impuesto de tal forma que es casi obligado que los chavales estén en disposición de ellas, para mantener un nexo de comunicación con los demás.
Por lo tanto, la forma de relacionarse es diferente y aunque internet ofrece nuevas vías para hacerlo y amplia nuestro campo de interacción, no todo el mundo lo utiliza con fines tan bondadosos. Hay personas que se sirven de internet para agredir a otras, esto se está viendo desafortunadamente con bastante frecuencia entre la población más joven.
El acoso cibernético se produce cuando alguien utiliza las nuevas tecnologías especialmente internet y las redes sociales para agredir verbalmente, atacar, humillar o mentir sobre otra persona. Estos individuos actúan solos o en grupo y derrochan una gran hostilidad y agresividad con la intención de generar en su víctima un daño psicológico.
Desde luego con los medios que utilizan para ese fin, estos agresores no solo consiguen hacer daño sino también a veces destruir a la persona psicológicamente, porque si a esa edad las cosas que más importan son los amigos, las relaciones con los iguales y las opiniones de los demás, nos podemos hacer una idea de la magnitud que alcanza el daño provocado por la humillación o el insulto cuando se difunde por medios tan rápidos, amplios y directos como internet.
El acosador o acosadores utiliza para sus fines: intimidaciones, fotos, mensajes anónimos, suplantación en las redes sociales, bromas crueles, videos, imágenes de contenido sexual, todo este material es fácil obtenerlo por la ventaja que les da las cámaras de los teléfonos móviles, disponibles en cualquier momento.
Dentro de este tipo de acoso, uno de los más frecuentes es el ciberacoso escolar. Los perpetradores no agreden directamente al niño, si no que las amenazas y los insultos los trasladan por internet a blogs o redes sociales haciendo público datos personales de la víctima. Por lo general el ciberacoso escolar esta unido también a un acoso frontal en la escuela.
La intención del acosador es paralizar y desestabilizar a la victima destruyendo su autoestima y confianza y anulando su capacidad de respuesta. Así los agresores se engrandecen y adquieren poder.
Las cualidades componentes del ciberacoso serían:
-Suele haber un desequilibrio de poder que favorece al agresor, quien encuentra en su víctima alguna debilidad.
-Con frecuencia la víctima ya está excluida socialmente en el entorno escolar.
-Los perpetradores actúan de forma reiterada y deliberada.
-La víctima en ningún momento provoca al agresor.
El autor o autores pertenecen al grupo más grande.
Si comparamos la agresión física personal con el ciberacoso, tenemos que decir que ambas son violentas; si bien algunos opinan que la primera es de mayor gravedad al entrañar un daño físico y ser más visible otros dicen que el daño psicológico en cuanto a la humillación, la vergüenza, la impotencia y el deterioro en las relaciones sociales es mucho peor.
Como vemos, desgraciadamente detrás de todas esas tecnologías que nos proporcionan cambios y mejoras en nuestra vida, también se esconde el mal uso que algunos hacen de ellas. Ante esto tenemos que estar atentos y denunciar cualquier indicio que observemos en este sentido y para los niños que se vean afectados por esto, lo aconsejable es que lo antes posible reciban ayuda de un profesional.
Matilde Soto Psicólogos. TLF: 628 628 378